Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Mijaíl Bakunin

Mijaíl Bakunin: Escrito contra Marx (1972)

Imagen
Escrito contra Marx Mijaíl Bakunin Publicado en Eslavismo y anarquía (selección de textos) . Escrito contra Marx (noviembre-diciembre, 1972). Ed. Austral-Espasa, Marid, 2008. (...) una explotación y necesariamente, también, para una comprensión solidaria a través de todas las diferencias políticas actualmente existentes entre muchos Estados. Siendo la explotación burguesa solidaria, la lucha contra ella también debe serlo; y la organización de esta solidaridad militante entre los trabajadores del mundo entero es el único fin de la Internacional. Este objetivo tan simple y tan bien expresado por nuestros primeros estatutos generales, los únicos legítimos y los únicos obligatorios para todos los miembros, secciones y federaciones de la Internacional, ha reunido bajo la bandera de esta Asociación, en el lapso de ocho años apenas, mucho más de un millón de adherentes y la ha convertido en una verdadera potencia; una potencia con la cual los monarcas más poderosos de la tierra s

Mijaíl Bakunin: Bakunin contra Dios y contra el Estado. Una lucha incesante (Prólogo)

Imagen
Prólogo: Bakunin contra Dios y contra el Estado. Una lucha incesante, por Jordi Maíz Bakunin contra Dios y contra el Estado. Una lucha incesante La forja del yunque «Bakunin fue el pensador político más importante del siglo XX...», escribía el norteamericano Walter Mosley en su novela Walking the line1, a lo que añadía «... y ni tan siquiera vivía por aquel entonces». Efectivamente, el autor de Dios y el Estado nació en 1814, en la provincia rusa de Tver, en el seno de una familia aristocrática. Su padre había estudiado en la Universidad de Padua y –durante un tiempo– trabajó al servicio de la embajada del zar Alejandro I. Allí flirteó con las ideas revolucionarias del momento, leyó –entre otros– a Rousseau y a Voltaire, y recibió fuertes influjos políticos en un momento tan convulso. Al volver a Rusia, la familia de Bakunin se dedicó a la administración de sus propiedades y a la educación de sus numerosos hijos; Mijaíl Bakunin, en esta situación, recibió una educación llena de