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Leonard Hobhouse por G. Duncan Mitchell (Historia de la sociología, 1968)

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Leonard Trelawney Hobhouse (1864-1929) G. Duncan Mitchell La mayoría de los sociólogos de la tradición evolucionista tenían puntos de vista enciclopédicos sobre la sociología. Pero de nadie resulta esto más verdadero que de Leonard Trelawney Hobhouse. Su idea de la evolución social era la de que suponía la liberación de la personalidad humana; sostenía que por medio de la vida corporativa, por medio del crecimiento de la organización social y del desarrollo de las instituciones sociales se ponían de manifiesto las facultades que están latentes en la personalidad humana. Para Hobhouse, todas las estructuras sociales en desarrollo son instrumentales para el crecimiento y la expansión de la mente humana. En algunos aspectos este sociólogo fue un Comte moderno de mentalidad liberal, porque también él correlacionó las etapas del pensamiento humano con etapas del desarrollo social. Para él había cuatro etapas en el desarrollo intelectual: una etapa primera, en la cual el pensamiento ar

Edward A. Westermarck por G. Duncan Mitchell (Historia de la sociología, 1968)

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Edward A. Westermarck (1862-1939) G. Duncan Mitchell Edward Westermarck fue un estudioso sueco-finlandés que pasaba parte del año enseñando filosofía en la Academia de Abú, en Helsinki, y el resto del tiempo sociología en la Universidad de Londres. Además, encontró tiempo para realizar unas cuantas visitas al norte de Africa, a fin de llevar a cabo ciertos estudios sobre los habitantes de Marruecos. Su principal propósito fue descubrir algo en torno a los orígenes de las nociones morales, y consideró como su magnum opus su extensa obra en dos tomos titulada The Origin and Development of the Moral Ideas, publicada en 1906. Actualmente, y aunque sea de lamentar, Westermarck es menos conocido por este libro que por sus obras anteriores, debido a que sus estudios sobre la institución del matrimonio fueron minuciosos y polémicos. Comenzaban con su libro The Origin of Human Marriage (1889) y con The History of Human Marriage (1891), cuya quinta edición apareció en 1921, para continuar, e

William Graham Sumner por G. Duncan Mitchell (Historia de la sociología, 1968)

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William Graham Sumner (1840-1910) G. Duncan Mitchell William Graham Sumner: Folkways (1906) Después de haberse educado en América, Suiza, Alemania e Inglaterra, Sumner, que era ministro presbiteriano, llegó a ser profesor de ciencia política y social en la Universidad de Yale. Fue un escritor algo descuidado e impreciso, que aunque manejaba un amplio material empírico, tenía poca habilidad para formular teorías coherentes; por el contrario, ordenaba sus datos en categorías difusas. Aunque estaba manifiestamente influido por Spencer, ignoraba la obra de muchos de sus contemporáneos. Su posición evolucionista resultaba extremosa, tosca, dogmática y acrítica, a pesar de lo cual merece ser mencionado. Algunos de sus contemporáneos dieron una buena acogida a su darwinismo social, pero hoy en día su importancia reside en su contribución al vocabulario sociológico y en su intento de análisis sociológico. Tuvo la fortuna de contar con un fiel discípulo y sucesor en A. G. Keller, qu

Edward Burnett Tylor por G. Duncan Mitchell (Historia de la sociología, 1968)

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Sir Edward Burnett Tylor (1832-1917) G. Duncan Mitchell Al empezar a analizar el pensamiento de E. B. Tylor estamos, de hecho, volviendo sobre nuestros pasos, porque su obra principal, titulada Primitive Culture, se publicó en 1871. El subtítulo de este estudio indica su contenido, puesto que se trata de sus «investigaciones sobre el desarrollo de la mitología, la filosofía, la religión, el lenguaje, el arte y la costumbre». En muchos sentidos era una continuación de su obra anterior: Researches into the Early History of Mankind and the Development of Civilisation (1865). «La cultura o civilización, tomada en su amplio sentido etnográfico, es ese conjunto complejo que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, leyes, costumbres y cualesquiera otras aptitudes y hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad». Según su razonamiento, la uniformidad de la civilización puede ser imputada, en gran medida, a la «acción uniforme de causas uniformes». También afirma