Diccionario de Sociología: Economía (Ediciones Paulinas, 1986)

ECONOMÍA

Diccionario de Sociología (Ediciones Paulinas, 1986)
Diccionario de Sociología (Ediciones Paulinas, 1986)

SUMARIO: I. Introducción II. Cuadro de las variables económicas de un sistema económico tradicional: 1. Problema económico; 2. Correlación entre necesidad, utilidad y satisfacción de la necesidad; 3. Actividad económica; 4. Sectores económicos; 5. Producción; 6. Renta nacional, balance económico nacional y distribución de la renta; 7. Empleos de la renta: consumo, ahorro e inversión; 8. Moneda, crédito, cambios III. Cuadro de las variables sociológicas: relaciones entre el subsistema económico y los demás subsistemas (a nivel cultural, político y de relaciones de solidaridad), influjos en la producción, desarrollo económico y cambio social IV. Cuadro de las variables antropológicas: 1. Economías tradicionales; 2. Cambio socio-económico, crecimiento y desarrollo: análisis de las secuencias V. Conclusión.


I. Introducción

Teniendo en cuenta que "la función de la sociología económica es fundamentalmente la de reintegrar los fenómenos económicos en el contexto de la vida social" (R. Kónig), abordaremos sucesivamente: 1) el cuadro de las variables económicas de un sistema económico tradicional; 2) el cuadro de las variables sociales que correlacionan el sistema económico con los factores culturales, con las variables políticas y con las variables más específicamente sociológicas; 3) el cuadro de las variables antropológicas que la antropología económica tiene presentes en su ambiciosa aspiración a elaborar, mediante el "análisis teórico comparado de los diversos sistemas económicos reales y posibles"' (M. Godelier), una "teoría general del proceso y de la estructura económica en la que la teoría económica contemporánea no sea más que un caso especial" (E. Le Clair). Este tratamiento sucesivo de distintos cuadros de variables, completado con las indicaciones bibliográficas y con las referencias a otras voces, permite ofrecer las pistas esenciales para una ulterior investigación, la cual está claro que no puede ni siquiera bosquejarse en el solo espacio de una voz de diccionario. Al mismo tiempo, elude todas las cuestiones relevantes de carácter epistemológico a que hacen referencia los términos de economía, sociología y antropología económica.


II. Cuadro de las variables económicas de un sistema económico tradicional.

El término tradicional distingue la economía occidental de tipo mixto de las de tipo socialista, así como de las propias de los países subdesarrollados y de las sociedades primitivas.


1. PROBLEMA ECONÓMICO

Para una persona o grupo de personas, el problema económico surge en concreto cuando, para satisfacer una o más necesidades, esa persona o grupo de personas disponen de una cantidad de bienes (y/o servicios) útiles que es limitada en comparación con la multiplicidad, intensidad y periodicidad de dichas necesidades. Indicándose con el término sujeto económico las personas que, desde la limitación de bienes (y servicios), están empeñadas en la solución de un problema económico concreto, se evidencia que los puntos esenciales de este problema son: las necesidades de un sujeto, los bienes (y servicios) limitados frente a tales necesidades y la utilidad de estos bienes (y servicios) en relación con las necesidades que satisfacer.


2. CORRELACIÓN ENTRE NECESIDAD, UTILIDAD Y SATISFACCIÓN DE LA NECESIDAD

Los bienes son útiles si satisfacen las necesidades. A medida que las necesidades quedan satisfechas, disminuye su intensidad; al mismo tiempo, disminuye también la utilidad de los bienes empleados, toda vez que esta utilidad no es otra cosa que una consecuencia de las necesidades del sujeto económico. El bien es útil no en abstracto, sino porque puede satisfacer una necesidad personal; al disminuir la necesidad, disminuye la utilidad del bien. En otras palabras, el descenso de las necesidades y el descenso de la utilidad de los bienes relacionados con ellas son dos aspectos de un mismo fenómeno: la solución gradual del problema económico.


3. ACTIVIDAD ECONÓMICA

El sujeto económico resuelve sus propios problemas económicos mediante el ejercicio de una actividad llamada también económica, dada su finalidad.

Si el bien económico (es decir, limitado) se tiene ya disponible, la actividad del sujeto económico es esencialmente una actividad económica de consumo: consumo directo de un bien.

Si el bien económico no se tiene disponible o se lo tiene sólo mediante algunas transformaciones, la actividad del sujeto económico se concreta en una actividad económica productiva: producción, mediante bienes instrumentales, de un bien de consumo.

En estrecha relación con la actividad productiva está la distributiva del flujo de bienes producidos (distribución de la renta real). La conexión entre estos tres elementos: producción, distribución y consumo, se realiza a través de la actividad económica de la circulación de bienes, actividad que comúnmente se denomina comercial y que utiliza sobre todo tres instrumentos: el instrumento monetario, el instrumento crediticio y la organización comercial de la distribución (puntos de venta) [ S Comercio].

La distinción clásica de la actividad económica en cuatro tipos se comprende así mucho mejor en la unidad de los cuatro momentos, unidad que el progreso de la economía moderna ha hecho más evidente.


4. SECTORES ECONÓMICOS

Las actividades económicas indicadas, particularmente la productiva, distributiva y circulatoria, se desenvuelven en los llamados sectores económicos.

La división tradicional en tres sectores económicos (primario: agricultura; secundario: industria; terciario: servicios) puede ampliarse con un cuarto: el de la informática.

El progreso económico (despegue, desarrollo) de un país está sujeto al hecho de que la población activa se traslada de las actividades económicas del sector primario a las de los otros sectores. Y ello porque el sector primario produce sobre todo bienes de demanda rígida, con un ciclo productivo generalmente más largo y con menor posibilidad de seguridad frente a los riesgos, ya sea económicos (dificultad de adecuar la disponibilidad de bienes —oferta— y su reclamación —demanda—), ya técnicos (ligados a las técnicas productivas).


5. PRODUCCIÓN

Por producción se entiende hoy la actividad económica encaminada a crear o aumentar los valores (Utilities) económicos.

Esta creación o aumento de valor (utility) puede realizarse en elementos materiales o bien modificando la colocación espacial y temporal de los bienes.

La producción es esencialmente un proceso (ciclo productivo) de organización técnico-económica de algunos elementos (factores productivos) en orden a obtener un resultado útil (producto).

Son factores productivos la naturaleza (tierra, materias, energías), los instrumentos de producción, la organización y el trabajo.

A este conjunto de factores originarios y derivados, a este fondo de bienes producidos y no producidos destinados a la producción y no al consumo inmediato, le corresponde la denominación de capital.

Así que tenemos capitales naturales, capitales instrumentales y capitales personales (organización y trabajo).

Todo proceso productivo origina productos que, en relación con el fondo de bienes producidos y no producidos que se emplean en la producción (capital), constituyen el flujo de bienes denominado renta.

Capital y renta (fondo y flujo) son, pues, dos conceptos correlativos e indican dos realidades económicas estrechamente enlazadas.

Producción y distribución. Esta conexión se expresa también en el ámbito de las actividades económicas. En efecto, la producción, mediante la utilización de un capital (fondo), permite la consecución de una renta (flujo de bienes y servicios), cuyo valor (real o monetario) se asigna, de una forma más o menos correcta (justicia e injusticia social), a cada uno de los factores productivos como compensación de la respectiva aportación al proceso productivo (renta al factor naturaleza, interés a los capitales monetarios, salario al trabajo, beneficio a la organización).

Producción y coste. La adquisición y la organización de los factores productivos, que corren a cargo de la empresa (entendida como la organización técnico-económica de la producción), implica un coste.

Desde el punto de vista empresarial, el coste pierde su significado de sacrificio para adquirir el de desembolso, el de gasto.

El coste total de un proceso productivo lo constituye la suma total de los costes fijos y de los costes variables.

En economía se han realizado importantes investigaciones sobre el significado comparado del coste medio unitario y del coste marginal, y ello para determinar tanto la dimensión óptima de las empresas en régimen de libre competencia (coste marginal igual al precio de mercado) como su recíproca diversificación (coste medio diverso).

El concepto de coste y el de productividad mantienen entre sí una relación inversa, en cuanto que a productividad creciente corresponde coste decreciente y a productividad decreciente corresponde coste creciente.

En nuestros días, el proceso productivo tiene presente siempre, por no decir exclusivamente, el mercado; hoy se produce para el mercado. Este no es una realidad espacial, sino una realidad funcional resultante del encuentro entre una demanda y una oferta colectivas, que determinan el precio de mercado.

Como la curva de la demanda es esencialmente una curva de utilidad, de comportamientos subjetivos, y la curva de la oferta es esencialmente una curva de costes (medios), de elementos objetivos, puede afirmarse que el precio, que se determina por su intersección expresa el valor del bien que se considere; la teoría del valor de los bienes puede simbolizarse mediante una figura en forma de tijera: una de sus hojas o filos representa la utilidad y la otra el coste.

El mismo concepto puede expresarse también así: el valor de un bien está en función directa de su demanda (utilidad) y en función inversa de su oferta (coste).

El modo diverso como se encuentren la demanda y la oferta origina una pluralidad de mercados, caracterizados por un modo diverso de formación del precio (régimen de libre competencia, de monopolio, de competencia imperfecta y de oligopolio).

La realidad difícilmente presenta regímenes de mercado en estado puro; las clasificaciones posibles son meramente indicativas de la dinámica de una economía dominada por el precio (economía de mercado). Si la economía de mercado, dominada por el precio, se completa con la intervención del Estado en formas no puramente casuales o de mera participación, sino en formas programadas (economía de planificación), podemos hablar entonces de sistema económico de carácter mixto o, simplemente, de economía mixta. Desde 1933, ésta ha sido de hecho la orientación predominante en las economías de los países industrialmente desarrollados del mundo occidental.


6. RENTA NACIONAL, BALANCE ECONÓMICO NACIONAL Y DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

Renta real y renta monetaria. La economía de un país se puede estudiar partiendo de la renta nacional en su conjunto. La renta nacional no consiste en una suma monetaria (por grande que sea), sino en el total de bienes y de servicios producidos por un país en un determinado período de tiempo (por lo general, un año).

La renta nacional real, pues, estará determinada por la cantidad de bienes y de servicios producidos por la nación en un año. Si la producción se valora al precio del día, tendremos la renta monetaria nacional, que asumirá diversos valores según la variación del valor de los precios respectivos de los bienes y de los servicios.

Por comodidad, la renta nacional se expresa en términos monetarios; pero el bienestar del país depende de la renta nacional real.

Renta nacional y economía en progreso. Para muchos, una economía se considera en progreso sólo cuando consigue destinar una parte de la renta nacional a nuevas inversiones de capitales reales (máquinas, instalaciones, etc.), si bien después de haber remunerado suficientemente a las fuerzas de trabajo disponibles (aunque no se hayan utilizado) y de haber provisto a la amortización y al mantenimiento de los capitales reales existentes. En otras palabras, el concepto de coste social incluye también el coste que la colectividad debe sostener para el mantenimiento de una fuerza de trabajo inutilizada.

Cálculo de la renta nacional por el método del valor añadido. El método más usado para calcular la renta nacional es el de medir en moneda la renta cuando se produce, extrayendo los datos necesarios de las estadísticas del producto neto de la agricultura, de la industria, del comercio, etc., completándolos con los datos relativos a los servicios personales. El valor añadido es el valor que cada sector productivo añade al valor de las materias primas empleadas.

Si del valor añadido se quita la cuota de amortización y de mantenimiento del capital empleado en cada sector, se obtiene el producto neto del sector considerado.

Balance económico nacional. Considerando la nación como un todo único, se puede formular anualmente un balance económico nacional (aparece expuesto todos los años en la relación general sobre la situación económica del país), en el que figuran: a) las entradas, que están constituidas por el flujo de bienes y servicios producidos cada año en la nación y por los bienes importados del extranjero, y cuyo total representa, por tanto, el conjunto de los recursos disponibles; b) y las salidas o empleos de los recursos disponibles, es decir, el total de los bienes consumidos por los mundial. El anuario "El País" de particulares y por la administración pública, el total de las inversiones (amortizaciones, mantenimiento, inversiones nuevas) y el total de los bienes exportados.

Distribución de la renta a escala mundial El anuario "El País" de 1985 presentaba los siguientes datos:

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Tabla 1

7. EMPLEOS DE LA RENTA: CONSUMO, AHORRO E INVERSIÓN

La ciencia económica ha insistido durante años en el análisis de los equilibrios económicos, parciales y generales.

Con Keynes se ha tomado mayor conciencia de la ambigüedad radical de las posiciones de equilibrio entre ahorro (S) e inversión (I), ya que se puede llegar a ellas (S = I) desde dos situaciones netamente diferenciadas (S mayor que I), es decir, desde una posición de ahorro infrautilizado, situación de evidente paro de factores productivos, y S menor que I, posición reveladora de una tensión productiva, que si no encuentra de algún modo otros factores disponibles, es decir, ahorrados, se traduce en un proceso inflacionista (aumento de precios).

A diferencia de los clásicos, que consideraban el paro como un fenómeno transitorio, ya que él mismo provoca su propio correctivo, los estudiosos de la escuela keynesiana han puesto de manifiesto que las posiciones de equilibrio de pleno empleo, en lugar de ser la regla, constituyen la excepción.

El fenómeno del paro no puede reabsorberse en absoluto mediante los correctivos automáticos internos del sistema (paro = reducción de salarios = reducción de costes = posibilidad de aumento de la producción = absorción del paro).

En efecto, la ocupación depende «el nivel de la demanda real, y ésta depende de las dimensiones de la renta nacional.

Este enfoque diverso vuelve a aparecer cuando se trata de motivar, Según las dos escuelas, la dinámica de la inversión y del ahorro. Según 'os clásicos, en una situación de libre mercado, con el juego de las variaciones hacia arriba o hacia abajo de los tipos de interés, viene a igualarse la oferta del ahorro (S) con su demanda, en función de la inversión (I).

Según Keynes, en cambio, los dos fenómenos del ahorro y la inversión dependen de dos móviles distintos: el primero, de la tendencia a ahorrar (que es función de la renta), y el segundo, del tipo de interés.


8. MONEDA, CRÉDITO, CAMBIOS

La moneda como intermediaria de los cambios. En sentido técnico, se llama moneda al instrumento de cambio que, en una sociedad basada en la división del trabajo, a) tiene un ilimitado poder liberatorio de toda deuda, y que b) constituye la medida común del valor de cambio de todos los bienes, simplificando así enormemente las relaciones comerciales, dado que todas las relaciones de cambio pueden expresarse en moneda (precios).

La evolución histórica de los diversos sistemas monetarios presenta, con arreglo a las circunstancias, sistemas monetarios constituidos por monedas de metal (sistemas metálicos) y sistemas monetarios (crediticios) constituidos por títulos de crédito (billetes de banco) con poder liberatorio ilimitado y convertibles (de curso legal) o no (de curso legal y forzoso) en metal.

La circulación monetaria se completa, especialmente cuando la actividad comercial es muy intensa, con una circulación fiduciaria, constituida sobre todo por giros y letras de cambio (moneda bancaria), cuyo poder liberatorio está condicionado por la aceptación, (confianza) del acreedor.

Poder adquisitivo de la moneda. Un problema fundamental es el del poder adquisitivo de la moneda (valor comercial o de cambio); en líneas generales, puede afirmarse que el poder adquisitivo de la moneda (A) mantiene reciprocidad con el nivel general de los precios (P); es decir, cuanto más altos son los precios, menor es el poder adquisitivo de la moneda en que se expresan, y viceversa:

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¿Cómo se explican las variaciones del poder adquisitivo (y correlativamente de los precios) de la moneda? La teoría que por su orientación consigue aportar indicaciones útiles, referidas sobre todo a períodos largos, es la llamada teoría cuantitativa.

Su estudio nos llevaría a tener que analizar los fenómenos de la inflación y de la deflación.

Valor de la moneda en el tiempo: teoría del crédito. La demanda y la oferta de moneda constituyen un mercado, llamado mercado monetario cuando se hace referencia a un período breve (tipo de descuento), y mercado financiero cuando se considera un período de duración media y larga (tipo de interés).

El desarrollo del crédito, en cuanto mercado del ahorro a corto y a largo plazo, es esencial para el desarrollo de una economía moderna, la cual encuentra en el anticipo de los capitales necesarios la posibilidad radical de poner en marcha procesos productivos creadores de renta y, en consecuencia, de ahorro, base de futuras inversiones. Naturalmente, el desarrollo debe ser regulable para que no provoque hipertrofias productivas, difícilmente absorbibles por el mercado y generadoras de períodos de recesión (paro). La idoneidad de una política económica, antes que en términos de desarrollo, debe expresarse en términos de relativa estabilidad del desarrollo mismo, en el sentido de reducir los máximos de la explosión y los mínimos de la recesión económica, que constituyen una forma peligrosa de rebote centrífugo del empleo, sobre todo del empleo de los trabajadores con retribución fija.

Valor de la moneda en el tiempo y en el espacio: teoría de los cambios.

Los pagos internacionales pueden hacerse en cualquier tiempo:

a) con créditos y préstamos del exterior;

b) con movimientos de oro: tiene sus riesgos, más gastos de transporte y ausencia de intereses;

c) con divisas (títulos de crédito en el exterior): instrumento menos arriesgado y costoso, y hasta rentable.

La venta o adquisición de divisas se efectúa normalmente en los bancos, donde se activa un mercado de divisas, llamado mercado de cambios.

La esquemática exposición económica que hemos hecho debería completarse con la de la política económica y social, lo que nos obligaría a examinar la relación Estado-economía, las organizaciones públicas y privadas de bienes y personas, las estructuras económicas dualistas de muchos países, el desarrollo y el subdesarrollo, la ruptura de los esquemas tradicionales de economía internacional a consecuencia de la consolidación de las multinacionales y de la crisis petrolífera. En ella, a pesar de su limitación, son claramente perceptibles las variables de tipo económico: sujetos económicos, necesidades y bienes (y servicios) económicos, valores económicos, actividades (consumo, producción, distribución, circulación) y sectores (primario, secundario, terciario, cuaternario) económicos; factores productivos (naturales, instrumentos de producción, organización, trabajo), empresas, capitales (fondo), riquezas disponibles, rentas (intereses, salarios, ganancias), costes (fijos y variables, medios y marginales); mercado (demanda y oferta), precio, valor económico, regímenes de mercado; marginalidad; renta nacional (real y monetaria), progreso económico, valor añadido, disponibilidad y empleos de la renta nacional (balance económico nacional), distribución internacional de las rentas; interrelación entre consumo, ahorro e inversión; moneda, sistemas monetarios, circulación monetaria y fiduciaria, poder adquisitivo, inflación y deflación; crédito (mercado monetario y financiero, tipo de descuento y de interés, mercado de bolsa); mercado de cambios (precio de paridad y corriente, estabilización y fluctuación de cambios); balanza económica de pagos; organizaciones económicas internacionales, etc.


III. Cuadro de las variables sociológicas

Seguimos aquí, a grandes rasgos, la exposición de la Sociología económica de N. J. Smelser.

Respecto del sistema social global, el sistema económico, el sistema político, el sistema cultural y el sistema de las relaciones de solidaridad (parentales y étnicas) pueden considerarse como subsistemas.

Relaciones entre el subsistema económico y los demás subsistemas. En el ámbito cultural, se pueden estudiar los efectos (positivos o negativos) que producen en la vida económica los sistemas escolares y de formación profesional, la mentalidad económica (presente o ausente), los valores (el espíritu ascético, la religión, la libre iniciativa, el éxito, etcétera), las ideologías y los conflictos que éstas pueden generar, las sanciones, etc.

En la esfera política, pueden analizarse:

a) las relaciones políticas entre las empresas (competencia, dimensiones, grado de concentración, precios, inversiones, políticas de control, las multinacionales y los sistemas políticos, etc.); b) las relaciones con los consumidores (relaciones de mercado, control de los precios, cooperativas, supermercados, etc.), con los accionistas (relación entre propiedad del capital y poder de decisión, etc.), con los trabajadores (situaciones conflictivas individuales y organizadas, asociaciones de obreros, sindicatos y partidos, posibles complicaciones étnicas, etc.); c) las relaciones entre las unidades económicas y el gobierno (colectivización, nacionalización, dominio cultural y/o territorial sobre los países satélites, influencia y control económico sobre el gobierno, etc.).

En el ámbito de las relaciones de solidaridad (grupos familiares y étnicos), los intereses de la sociología económica confinan, y a menudo se superponen, con los de la antropología económica y con los de la misma etnografía. Y así, se perfilan investigaciones:

a) sobre los estímulos y/o sobre los influjos negativos de los grupos de familias en la actividad económica;

b) sobre la interacción entre vida industrial urbana y familia moderna, entre empleo femenino y estructura familiar;

c) sobre los problemas de los ancianos (exclusión, aislamiento, pérdida de identidad social);

d) sobre las relaciones entre inmigración (y pertenencias étnicas correlativas) y consiguientes situaciones económicas, entre conflictos económicos y sociales y color racial, entre presiones dentro del grupo y tensiones y experiencias de vida fuera del grupo.

Se ha percibido una coherencia notable, de carácter estructural:

a) entre estructuras económicas y estratificación social, tanto en las explotaciones agrícolas como en la sociedad industrial;

b) entre sistema de estratificación y tipo de movilidad social y económica, habida cuenta de la dinámica adscripción-adquisición.

Son muchas las variables sociológicas que influyen en la producción, distribución, intercambio y consumo.

En particular, influyen en la producción:

a) algunos factores físicos y biológicos relacionados con el proceso productivo concreto (dimensiones de la fábrica y de la empresa, la estabilidad estacional y cíclica del esquema productivo, el tipo de cambios técnicos, la iluminación y el ruido del ambiente de trabajo y las consecuencias biológicas para los trabajadores);

b) la ordenación técnica del trabajo (ritmos de trabajo, nivel que se exige de capacidad; grado de complejidad de la división del trabajo; interacción social; cooperación, comunicación, autoridad; exigencias y efectos de la automación);

c) los roles ocupacionales y profesionales: división del trabajo (directivos, jefes de sección, trabajadores semiespecializados, etc.); mercado del trabajo y de las capacidades empresariales; status relativos y su tendencia a la cristalización;

d) la organización formal (autoridad, burocracia, comunicaciones, productividad, participación) c informal (pertenencia al grupo, moral del grupo, disponibilidad a la innovación).

En el examen de los aspectos sociológicos del desarrollo económico, reviste importancia el cambio social.

Los cambios pueden realizarse de formas muy diversas: a) cambios dentro de estructuras: procesos sociales (movilidad social, redistribución del poder político, sustitución del elenco político, etcétera);

b) cambios originados por el proceso de proliferación de unidades estructurales adicionales, que no difieren cualitativamente de las unidades existentes;

c) cambios estructurales, con la creación de nuevos roles y organismos.

Sin embargo, "los cambios tecnológicos, agrícolas, industriales y ecológicos tienden a influir en la estructura social de forma análoga. Todos dan origen a los siguientes cambios estructurales, que se difunden en la sociedad: 1) la diferenciación estructural, o sea, la instauración de unidades estructurales más especializadas y más autónomas (...); 2) la integración, o sea, la instauración de nuevas estructuras coordinativas, en especial de tipo jurídico, político y asociativo, a medida que el viejo ordenamiento social resulta anticuado como consecuencia de los procesos de diferenciación; 3) las perturbaciones sociales, tales como la histeria colectiva, las explosiones de violencia, los movimientos religiosos y políticos, que reflejan las tensiones sociales creadas por los procesos de diferenciación y de integración" (N. J. Smelser).

Contribuyen al desarrollo económico:

a) el ahorro disponible y su inversión. Las inversiones pueden encontrar obstáculos notables en la supervivencia de tradiciones rituales parentales. Fuera de estos contextos más primitivos y tradicionales, la caída de las inversiones puede ocurrir o por desconfianza en la situación política general de un país o por falta de creatividad y de aceptación de riesgos por parte de la clase empresarial del mismo;

b) los trabajadores. Las organizaciones sindicales pueden dar su ayuda al proceso de desarrollo no sólo garantizando los derechos de los trabajadores y participando lo más posible en las decisiones, sino también llevando a cabo un amplio proceso de responsabilización. Un país en el que la relación de la población activa con la no activa fuese de uno a tres, si no de uno a cuatro (teniendo en cuenta el desinterés de los obreros formalmente admitidos frente al trabajo), no puede ciertamente hacerse ilusiones con realizar un despegue económico garantizado en el tiempo.

El desarrollo económico no se realiza de forma unívoca en todos los contextos sociales. Pues en él influyen:

a) el sistema de valores de una sociedad;

b) las motivaciones políticas del desarrollo: sentido de seguridad, prestigio nacional, aspiración de la prosperidad, coerción política, presión demográfica y/o social;

c) las secuencias y los tiempos de modernización: industria pesada o ligera, industria de elevada intensidad de capital o de elevada capacidad de absorción de mano de obra; d) la nueva estratificación social provocada por el despegue;

e) las perturbaciones sociales, nacionales o internacionales, y/o catástrofes naturales.

Estos y otros factores pueden marcar diversas vías nacionales de desarrollo.

A su vez, todo proceso de desarrollo se expresa en diversificaciones profundas (y nuevas integraciones correlativas) de las actividades económicas, de los roles familiares, de los sistemas religiosos, de los sistemas de estratificación social, de las comunidades locales y de las estructuras políticas.

Por lo demás, la dinámica de estos procesos de diferenciación y de integración, al sufrir discontinuidades, puede motivar profundas perturbaciones sociales, con reacciones ininterrumpidas de ansiedad, de hostilidad y de actitudes anarcoides [ / Desarrollo].

Todo esto puede hacer que surja un problema: una sociedad de notable desarrollo, ¿exige un gobierno fuerte y centralizado? El cometido del sociólogo no es el de indicar el deber ser, sino registrar las manifestaciones de lo existente. Sin embargo, el hombre sociólogo puede felicitarse de que los términos fuerte y centralizado no sean entendidos como un despojar al desarrollo de sus rasgos fundamentales de libertad y de participación creadora.


IV. Cuadro de las variables antropológicas

"La antropología económica estudia las pautas sociales de la economía, describiendo actividades y actitudes culturales y analizando los procesos de transacción y sus relaciones en las comunidades pequeñas y preindustriales de las áreas subdesarrolladas, y también estableciendo comparaciones entre las economías primitivas y rurales y las industrializadas y desarrolladas. Compara, además, los elementos y los sectores de la economía: la asignación o reparto de la tierra y del trabajo, la organización del trabajo, la utilización del producto, la organización monetaria y el uso de las distintas formas monetarias, de mercado y de comercio exterior. En una palabra, existen diferencias muy importantes entre las economías, tanto en su estructura como en su funcionamiento, y su comparación puede arrojar resultados analíticos válidos" (G. Dalton).

Veamos las categorías analíticas y los problemas de la antropología según un cuadro que presenta el mismo Dalton:

1. ECONOMÍAS TRADICIONALES.

1.1. Tipos de economías tradicionales:

1.1.1. primitivas sin orgam/a ción política centralizada (tiv);

1.1.2. primitivas con organización política centralizada: chefferies, reinos, imperios (nupe, bantú, inca);

1.1.3. rurales (pescadores malayos, economías rurales latinoamericanas).

1.2. Secciones analíticas:.

1.2.1. organización;

1.2.1.1. dimensiones de la economía, tecnología, dotación de recursos naturales;

1.2.1.2. modos de transacción (reciprocidad, redistribución, intercambio de mercado, modelos de integración dominantes y subalternos);

1.2.1.3. procesos de producción: a) asignación de los recursos (adquisición, uso y transferencia de la tierra; adquisición y empleo del trabajo; adquisición, uso y transferencia de instrumentos y aperos); b) organización del trabajo; c) utilización del producto; d) servicios especializados y su remuneración;

1.2.1.4. organización y rol, o roles, del comercio exterior (intercambio de dones recíprocos; intercambios políticamente controlados; intercambios de mercado);

1.2.1.5. organización y rol, o roles, de los mercados internos y de los lugares de mercado (economías sin mercado, mercadillos, pequeñas economías integradas sobre la base del mercado; mercados de los recursos y de los productos); 1.2.1.6. organización monetaria y usos de la moneda (monedas polivalentes y monovalentes; usos comerciales y no comerciales de la moneda; relaciones entre usos monetarios y modos de transacción);

1.2.1.7. mecanismos operativos: mecanismos de registro, contabilidad y medida (quipu: piedras para contar); mecanismos de contrato cultural (comercio silencioso, mercados fronterizos, escalas comerciales);

1.2.1.8. economía de prestigio en cuanto opuesta a la economía de subsistencia (esferas de transacción y ámbitos de conversión; precio de la esposa; transferencias ceremoniales; valores y tesoros como monedas monovalentes);

1.2.1.9. relaciones entre organización económica y organización social (lugar de la economía en la sociedad); control social de la asignación de los recursos, de la organización del trabajo y de la utilización del producto; garantía social de la subsistencia por medio de la asignación de los recursos y del suministro de medios de emergencia.

1.2.2. Funciones:

1.2.2.1. número de bienes y servicios especializados producidos o adquiridos;

1.2.2.2. nivel de la renta; sus fluctuaciones; frecuencia de penurias o carestías (mecanismos de emergencia en caso de penurias o carestías: recurso a los socios comerciales para dones de emergencia; uso de alimentos menos preferidos; conversiones de emergencia, es decir, venta de tesoros o personas a cambio de alimento);

1.2.2.3. distribución de la renta real: ¿igual o desigual?, ¿por qué?;

1.2.2.4. distribución de los bienes de subsistencia como opuesta a la de los bienes de prestigio (esferas de intercambio; ámbitos de conversión entre las varias esferas).

1.3. Problemas particulares de las economías rurales:

1.3.1. naturaleza y dependencia de la organización de mercado en relación con las economías desarrolladas de mercado a nivel nacional;

por qué el penny capitalism constituye una descripción apropiada de las economías rurales;

1.3.2. la cultura y la economía rural antes y después de la revolución industrial;

1.3.3. la mezcla de economía de mercado y tradicional, de la tecnología moderna y tradicional, de los elementos de la cultura tradicional y de la organización social, así como de los elementos de la cultura moderna;

1.3.4. la sociedad y la economía rural en relación con la sociedad y la economía primitiva y en relación con la sociedad y la economía del capitalismo industrial


2. CAMBIO SOCIO-ECONÓMICO, CRECIMIENTO Y DESARROLLO: ANÁLISIS DE LAS SECUENCIAS.

2.1. Contextos del cambio y del desarrollo: contacto entre cultura indígena y colonialismo, independencia y modernización a nivel nacional y de aldea.

2.2. Tipos de cambio:

2.2.1. degeneración: disgregación cultural y ausencia de formas constitutivas de organización;

2.2.2. introducción de las culturas industriales, sin desarrollo: economías primitivas que se transforman en rurales; adopción de actividades que dan réditos monetarios, con escasa o ninguna disgregación de la vida tradicional y sin innovaciones tecnológicas o de otro tipo que diversifiquen o apoyen el crecimiento de la renta; 2.2.3. desarrollo: crecimiento autopropulsivo de la renta de las comunidades locales mediante la integración económica, política y cultural en las unidades socio-económicas más amplias, de las que forman parte sin pérdida de identidad étnica o sin turbaciones sociales.


V. Conclusión

Comparando el cuadro de las variables antropológicas y sociológicas y su respectiva correlación con las económicas, es fácil percibir su superposición cruzada, que plantea problemas delicados de tipo epistemológico y, al mismo tiempo, revela la complejidad del fenómeno económico, por implicar globalmente al hombre en sus dimensiones espirituales o de otro tipo. Pretender dominar cognoscitiva y operativamente la fenomenología económica en la fase actual de los conocimientos y experiencia es una verdadera presunción; ya sería mucho que los esfuerzos conjuntos de los hombres, sin falsas conciencias de naturaleza ideológica, consiguieran precisar y prever sus modalidades fundamentales.


— A. Ellena.


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— Fuente: Demarchi, Franco; Ellena, Aldo. Diccionario de Sociología. Ediciones Paulinas, Madrid, 1986.

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