Marshall McLuhan: La aldea global (La globalización, repensar McLuhan en el siglo XXI)

La globalización, repensar McLuhan en el siglo XXI

Musicco Nombela, Daniela

Directora de la revista Comunicación y Hombre

Marshall McLuhan: La aldea global (La globalización, repensar McLuhan en el siglo XXI)
Marshall McLuhan: La aldea global (La globalización, repensar McLuhan en el siglo XXI)

Fue Marshall McLuhan el primer teórico que en 1964 habló de la idea de Aldea Global en su ensayo “Understanding Media: The Extensions of Man”.

Nacido en Canadá en 1911, estudió literatura inglesa en la Universidad de Manitoba y después en la de Cambridge. Fue profesor en la universidad de Wisconsin y en la Universidad de Saint Luis; se convirtió al catolicismo. Por sus intereses y estudios, pronto fue reconocido como una autoridad en el campo de los medios de comunicación y las tecnologías. Enseñó en el Assumption College, en el St Michael’ s College (46-79), University of Toronto, y en Fordham University, donde ocurrió el Famoso experimento de Fordham sobre los efectos de la televisión. Murió en Toronto en 1980.

La idea de aldea global nace en McLuhan tras la observación de como los medios de comunicación, habían sido capaces de superar cualquier distancia física, acercando a los habitantes de la tierra, haciéndolos próximos, vecinos, convirtiendo la tierra en una gran aldea global. En esta nueva aldea global los aldeanos pueden conocer que hacen, como viven, que dicen los demás aldeanos; un aldeano en N.Y. puede ver que hace un aldeano en Hong Kong e incluso observarle en tiempo real.

Esta transformación del mundo en una gran aldea, ha cambiado, según McLuhan también nuestros comportamientos en los típicos de un aldeano.

Curiosamente esta idea visionaria de McLuhan es anterior a la popularización de internet y de las redes sociales. La rumorología en redes, la proliferación de programas de telerrealidad, del querer ver que hace el otro, son algunos de los aspectos y consecuencias de estos nuevos comportamientos. Las radios, las televisiones y después los ordenadores, las Tablet y los móviles, se convierten en las nuevas ventanas de nuestras casas a la calle; por ahí vemos que está pasando y como preconizó también Jean Luc Godard, llegaría un momento en el que en televisión se vería como riega sus plantas una vecina y aún más en el otro lado del mundo. Este mundo ya ha llegado, las citas online, las clases online, los conciertos online… todo nos acerca y nos relaciona a lo que está lejos. Compartimos las mismas series y películas en los grandes cines compartidos, las nuevas videotecas/plataformas Netfliz, HBO, Prime.., compramos en las mismas tiendas, en los grandes supermarket Amazon, Alibaba o Ebay…, tenemos la misma gran “textoteca” Google y un largo etc.

Podemos leer las noticias en tiempo real de cualquier periódico del mundo y conocer que está pasando en directo en una guerra ya no tan lejana.

Marshal McLuhan anticipó la globalización, no solo de los mercados, sino también de las costumbres, de los modos de vida, de la comunicación.

La comunicación de medios ha acercado el mundo y las comunicaciones de transportes lo han hecho real; popularización de los viajes en avión con precios asequibles a cualquier lugar del mundo, los erasmus, los intercambios, las multinacionales, los desplazamientos laborales… han hecho que nuestros contactos sean cada vez más internacionales; familias y amigos de diferentes nacionalidades es cada vez más común.

La Aldea Global, aparece en la RAE como el planeta tierra, en tanto que un mundo interconectado y globalizado.

En si misma la Aldea Global encierra una oposición de términos: por un lado una aldea, un lugar pequeño, según la RAE un pueblo de escaso vecindario; por otro lado el término global, en la RAE como referente al planeta, al globo terráqueo.

El llamarlo Aldea en vez de pueblo o ciudad, es parte de la gran capacidad visionaria de McLuhan; su idea sobrepasa a la de ciudadano del mundo, alguien que asemejamos más a un gran viajero, un hombre de negocios o alguien que por sus circunstancias personales ha podido conocer diferentes partes del mundo, un hombre instruido, abierto, conocedor de diferentes culturas y sociedades, respetuoso con los otros, un cosmopolita, que según la RAE es una persona que se ha movido o se mueve por muchos países y se muestra abierto a sus culturas y costumbres…; un aldeano del mundo tiene unas costumbres, comportamientos y sentimientos muy distintos, a las que podemos imaginar en un ciudadano del mundo, un aldeano del mundo no lo asemejamos a alguien abierto necesariamente, ni instruido, de hecho en su acepción peyorativa la RAE califica al aldeano como alguien rudo, tosco.

McLuhan en el año 1964 anunció una visión del mundo híper-conectado, muchísimo antes de que existiera la llegada de la “smart-comunicación” que nos permitiera estar conectados con todo el mundo 24/7 los 365 días del año desde nuestros bolsillos.

Ahora, en esta época reciente en la que hemos vivido de forma muy dolorosa la primera pandemia transfronteriza en directo, a través de los medios de comunicación, hemos comprobado también la otra cara de la moneda de como el mundo es verdaderamente esa Aldea Global. Hemos cambiado los beneficios de la globalización, por un sufrimiento que se ha hecho viral no sólo en todas las redes, sino en la material integridad del ser humano con la peor de sus secuelas, su propia muerte; reconduciendo así al hombre a ese lugar frágil e inefable de existencia humana, recordando que la propia aldea global forma parte de un universo en el que el globo entero, es una infinitésima parte de un todo mucho más grande, en el que solo fuera de uno mismo, se podrá encontrar un sentido y un destino.

Preguntarse en el siglo XXI sobre la idea de globalización y más concretamente y de forma más acertada, sobre la idea de la Aldea Global, es preguntarse también sobre las fronteras, las trashumancias, las migraciones, los derechos humanos, el bien común, las ideas del macrocosmos y el microcosmos tal y como Juan Pablo II en Centesimus Annus (1991) indicó; es preguntarse también sobre la importancia de preservar el equilibrio de la tierra y el equilibrio de las condiciones morales de la auténtica ecología humana.

En este número de la revista pretendemos recoger aquellos investigadores que desde la sociología, la filosofía, la pedagogía, la medicina, la arquitectura, el urbanismo, la ingeniería, el arte, la publicidad, el periodismo, la responsabilidad social, la empresa y cualquier otra área interrelacionada con la comunicación, estén investigando sobre la globalización y la idea de Aldea Global, sobre la idea del hombre como un aldeano y sobre su destino en el siglo XXI.

Como siempre se ha abierto espacio también a aquellos investigadores que desde otras disciplinas han tocado en este año temáticas de interés relacionadas con la comunicación y las humanidades.


Fuente: Revista Comunicación y Hombre, No. 18.

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